TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
ALGUNAS
PREGUNTAS
¿Para qué
sirven?
Las técnicas de relajación que proponemos son muy sencillas; sirven para
relajar al niño inquieto o nervioso; para el niño que le cuesta trabajo
concentrarse; también como descanso en los tiempo de estudio o entre clase y
clase; o para el niño que muestra miedo o tensión ante determinadas
situaciones: hablar en público, visita al
médico...
¿Siempre las
tienen que hacer con los padres?
Lo ideal es que una vez que se las enseñemos, el niño pueda realizarlas
por sí mismo, sin nuestra presencia cuando lo crea conveniente.
¿Cómo
enseñarlas?
La enseñanza se realiza en casa, en un momento tranquilo y sereno, sin distracciones,
por ejemplo sin la tele puesta. Cada familia buscará el momento más oportuno.
Los padres deben tomarse en serio estas sesiones y mostrar seguridad al
enseñarlas. El mejor método es la imitación. El padre o la madre la realiza
primero y luego el niño lo imita. Las sesiones no deben durar más de 15 minutos
y enseñarse durante 20 días seguidos, como mínimo.
¿Qué técnicas
enseñar?
El objetivo es que cada niño, al final, seleccione las técnicas que más
le van. Lo mejor es enseñarle poco a poco todas las que se proponen para variar
y que luego que él utilice las que le resulten más útiles.
¿Cuándo y dónde
se ponen en práctica?
Algunas técnicas sólo se pueden poner en práctica en casa. Otras, pueden
utilizarse en cualquier momento: por ejemplo antes de ponerse a estudiar, entre
clase y clase...
¿Por cuál
empezamos?
Se puede seguir el orden de ejercicios que se proponen a continuación, van
de máxima sencillez a mayor dificultad.
RELAJAR
MANOS Y PIES
- Se cierra con
fuerza la mano derecha, y se aguanta contando despacio y mentalmente hasta 5. A
continuación, abrir la mano con fuerza lo máximo posible, contando hasta 5. Se
repite el ejercicio 3 veces. Finalmente se deja sentir la mano relajada.
- El ejercicio se
repite igual con la mano izquierda.
- A continuación
se relajan los pies de la misma manera. Se intenta cerrar al máximo los dedos
del pie derecho, contando hasta 5; seguidamente se abren con fuerza lo máximo
posible. Se repite el ejercicio 3 veces. Finalmente se deja descansar el
pie.
- El ejercicio se repite igual con el pie izquierdo.
RELAJAR
EL CUELLO
- El niño está
sentado o de pie.
- Sin forzar y de
manera muy suave (porque puede hacerse daño), el niño mueve el cuello y la
cabeza de derecha a izquierda 5 veces, como si fuera el péndulo de un reloj, a razón
de una vez por segundo.
- Igual, pero
adelante y atrás.
- Igual, dando
vueltas con la cabeza en círculos, 5 veces muy suave.
RELLENAR UN CÍRCULO
- Dibujar en una
hoja un círculo pequeño, del tamaño de una moneda de céntimo de Euro.
- Rellenarla de
puntos durante un minuto, alternando un punto fuerte con un punto débil.
MOMENTO DE TRANQUILIDAD
- El niño se tumba
boca arriba en el suelo (o en la cama) y se le indica que vamos a medir cuánto
tiempo es capaz de permanecer tranquilo, sin moverse, con los ojos
cerrados.
- Se mide el tiempo
que es capaz de permanecer así.
- El objetivo es
que llegue a ser capaz de permanecer así tantos minutos como años tenga el
niño.
EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN
- El niño está
sentado o de pie.
- Le decimos:
“Llena los pulmones de aire despacio, contando mentalmente hasta 5”.
- Cuando haya
contado hasta 5, le decimos: “Ahora aguanta el aire en los pulmones, contando mentalmente
hasta 5, notarás la presión del aire”.
- “Suelta el aire despacio, contando mentalmente hasta 5”.
- Y se repite este
ejercicio 3 veces.
- Cuando el niño
es mayor o ya domina la técnica, en lugar de 5, se pide que cuente hasta 10.
OBSERVA E IMAGINA
- Escoger un
objeto muy simple, por ejemplo un clip. Observadlo durante 10 segundos
aproximadamente.
- A continuación
cerrar los ojos e imaginarlo en la mente durante 10 segundos.
IMAGINACIÓN
- Cerrar los ojos
e imaginar una sábana blanca muy grande. En esa sábana hay un pequeño punto negro.
Mentalmente acercarse y concentrarse en ese punto negro. Aproximadamente de 30 segundos
a 1 minuto.
Y MÁS
- Otros aspectos
de la vida familiar favorecen que se viva en un ambiente más relajado: evitar
los gritos, levantarse con tiempo, la ducha por la mañana, un baño
relajado...